En la noche del 7 de abril de 1950 -hace ahora 60 años- fue visto en Málaga por primera vez, al menos desde que se tiene constancia, un platillo volante. El avistamiento se produjo a las nueve y media de la noche desde el Hogar de Auxilio Social de Bellavista. El maestro de la Escuela de Clasificación Enrique Bueno y un grupo de alumnos acogidos vieron aparecer sobre el mar, muy cerca del horizonte, un disco luminoso. Despedía una intensa luz blanca azulada y llevaba gran velocidad.
El disco, que tenia el tamaño de dos estrellas de primera magnitud, según la persona que llamó al periódico, describió luego una gran curva ascendiendo sobre el horizonte unos diez o doce grados para desaparecer de nuevo rumbo a África. El cielo, por entonces nublado, con cúmulos altos, permitió observar el fenómeno durante un buen espacio. «No pudo ser, por lo tanto, bólido ni estrella fugaz», se recogía en la crónica periodística. El extraño objeto luminoso, que a sus observadores pareció un platillo volante, al iniciar la curva para perderse de nuevo despedía una intensa luz anaranjada. «El espectáculo sobrecogió a los muchachos, entre los cuales se encontraban Natalio Palma, Francisco Armenta, José Cortés López, Rafael Gómez Gómez y otros quienes testimonian la curiosa aparición», publicaba SUR.
En Camino de Antequera
No pasó mucho tiempo de aquello cuando los extraterrestres sobrevolaron de nuevo el cielo de Málaga, con todo el escepticismo que quiera aplicar el lector. En esta ocasión hasta se fotografió la nave (imagen superior de esta página). Ocurrió la noche del 29 de abril, también de 1950. El periódico entrevistó al anónimo que vio el ovni. «Me encontraba en el Camino de Antequera procurando sacar unas fotografías nocturnas con exposición cuando, sobre las diez y medio u once menos cuarto, vi sobre el mar, a la altura de las playas de San Andrés, una ráfaga de luz. Pensé un momento y disparé la máquina. En principio creí que no había salido nada, pues calculé que la misma luz cegaría el objetivo de la cámara. Pero cuando volví a casa y revelé pude ver que había salido perfectamente, como se advierte en la fotografía. Ya verá usted que es una suerte haber conseguido esto. He leído en todos los periódicos que un fotógrafo alemán consiguió una en Baleares. Así que esta mía es la segunda que se obtiene».
El entrevistado narra la trayectoria del ovni. «Era un platillo volante y bien que lo vi. Procedía del Estrecho de Gibraltar, y apareció exactamente por detrás de la Sierra de Mijas, perdiéndose con dirección a Melilla». El hombre no pudo aportar testigos de lo que él vio durante «unos segundos», pero cita «a un señor, que es muy aficionado a la Astronomía», José Cacheiro, que en una ocasión sí los vio.
El periódico publicó en el interior la fotografía obtenida por el susodicho personaje -en ningún momento revela su identidad- y la calificó de «auténtico documento gráfico, que tiene valor científico incalculable puesto que es la segunda fotografía que de un artefacto de estos se obtiene».
En el transcurrir de los años se produjeron distintos avistamientos de platillos voladores, y el 17 de marzo de 1974, dos malagueños, Juan Manuel Rey Bautista y José García Olea, junto a otros amigos, vieron un extraño objeto volador sobre la zona de Ciudad Jardín. Sin embargo, poco después hubo uno que tuvo una gran repercusión mediática al conseguir SUR fotografiarlos y ofrecer la información gráfica como una «exclusiva mundial».
En la noche del 27 de marzo de 1974 se recibieron en la Redacción numerosas llamadas telefónicas procedentes de la zona de Ciudad Jardín alertando de «extraños fenómenos luminosos» que se veían en el cielo de Málaga. Entre los testigos se encontraba el locutor de Radio Nacional de España Antonio Barceló. Al lugar se desplazó el fotógrafo Fernando González Pérez y captó con su cámara el «documento gráfico que no dudamos en calificar de excepcional», y que se publicaba en la primera de SUR. La imagen del presunto ovni fue captada por una Nikon, sobre la que se montó un teleobjetivo de 25 cm. La instantánea fue tomada a 15 de velocidad y con el diafragma a 4, sin trípode y utilizando película Tri-X. El objeto estaba fijo en la lejanía. «Aviso a los incrédulos: el negativo está a disposición de quien desee verlo en nuestra Redacción, Alameda de Colón, 2», se recogía en el periódico.
Y hubo muchas personas que se acercaron para comprobar la autenticidad del negativo. Entre otros, el equipo de TVE en Málaga y María Asunción Guardia, redactora de La Vanguardia de Barcelona. La noticia tuvo un gran alcance nacional. «Los objetos volantes no identificados -publicaba SUR- están ahí. No cabe duda. ¿Qué son? Eso es lo que no se sabe. Pueden ser artefactos fabricados en nuestro propio planeta o pueden ser naves extraterrestres». En ese tiempo, la psicosis sobre los ovnis estaba muy presente en la ciudad. Se convirtió en tema preferido de los malagueños. Unos creían en su veracidad y otros no.
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