sábado, 9 de noviembre de 2013

Veteranos del Área 51 revelan secretos sobre OVNIs y extraterrestres


Tras años de silencio y hermetismo, finalmente se conocieron algunos de los secretos mejor guardados de la historia.




ESTADOS UNIDOS.- Los veteranos que trabajaban en el Área 51 han decidido revelar los secretos de la base militar secreta del Ejército de Estados Unidos. ¿Qué han dicho? Que no hay extraterrestres, ni platillos voladores, ni vivisecciones alienígenas, ni nada por el estilo.

De acuerdo con James Noce, un veterano de 72 años que trabajó en el Área 51, confiesa que la base se utilizaba para probar aviones de reconocimiento, en específico, el Lockheed A-12 y el SR-71 Blackbird.

Refleja el portal “ALT1040” que Noce señala que todo el misticismo en torno a la presencia extraterrestre en el Área 51 no les molestaba. Por el contrario, el fanatismo en torno a los alienígenas ayudaba a encubrir las tareas militares que tenían lugar en la instalación.

Tuvieron que pasar 47 años para que Noce pudiera revelar qué se hacía dentro del Área 51. El veterano menciona que el secretismo llegaba al grado de que no hay papeles que indiquen que él haya trabajado para la CIA, y que todos los cheques que reciben sus compañeros vienen de compañías que actúan como pantalla

EE.UU. puso a prueba en secreto aviones de combate soviéticos en el Área 51



Durante la Guerra Fría la Fuerza Aérea de EE.UU. "adquirió en secreto" aviones de combate soviéticos, cedidos por Israel, y los puso a prueba en el Área 51, revelan nuevos documentos desclasificados.

En agosto pasado la CIA reconoció la existencia de la misteriosa base en el desierto de Nevada, utilizada para realizar pruebas de programas aéreos secretos. Uno de esos programas fue la evaluación de múltiples cazas soviéticos MiG, informa el diario británico The Guardian, citando documentos del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington.

El primer modelo puesto a prueba fue el MiG-21, originalmente obtenido por Israel en 1966 y dos años más tarde cedido a la Fuerza Aérea estadounidense.

Según la información, EE.UU. evaluó allí las características técnicas de la aviación soviética y trabajó en el desarrollo de armas más eficaces para contrarrestarlas.

El Área 51 también fue utilizada para poner a prueba los sistemas de defensa antiáereos de la Unión Soviética, para lo cual se construyó un complejo similar a los soviéticos, donde los pilotos estadounidenses aprendieron a esquivarlos, destaca Russia Today.



Esta base se ha relacionado con su-puestas investigaciones extraterrestres, pero todo parece indicar que su uso era mucho más terrenal.

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jueves, 7 de noviembre de 2013

La Tumba Perdida de Jesus en Talpiot Documental



El documental dirigido por Simcha Jacobovici y producido por James Cameron titulado The Lost Tomb of Jesus (La tumba perdida de Jesús) ha difundido la noticia del hallazgo en Jerusalén de una tumba que, según se dice, contendría las sepulturas de Jesús y su familia. En él se divulgan unos hechos conocidos con detalle hasta ahora sólo por algunos expertos, y llega avalado por una investigación que se presenta como rigurosa.

En los primeros días de marzo de 1980, mientras se realizaban movimientos de tierra en el barrio de East Talpiyot en Jerusalén, se descubrió una cámara sepulcral del siglo I que contenía diez osarios de esa época. Entre ellos había seis que tenían algo escrito. Uno decía en griego: Mariamenou (he) Mara (Mariamme también llamada Mara). Los demás, en arameo: Yoseh (José);Yehudah bar Yeshua (Judá, hijo de Jesús); Mat[y]ah (Matías, una forma de Mateo); Maryah(María); y el que provocaría más revuelo tenía una inscripción torpemente rayada donde podía leerse algo así como Yeshua (?) bar Yehosef (Jesús (?) hijo de José).

La primera información fue dada a conocer en 1981 por Yosef Gat, el arqueólogo que dirigió las excavaciones, y todos los detalles son bien conocidos del mundo científico gracias al informe técnico publicado por Amos Kloner en 1996. Desde entonces no se ha producido ningún hallazgo nuevo en relación con esa sepultura ni con esos osarios.

De los nombres que figuran en ellos no se puede extraer ninguna conclusión convincente sobre una supuesta relación con Jesús y los personajes mencionados en los Evangelios, ya que son muy comunes. Téngase en cuenta que sólo 16 nombres, 13 de varones (Simeon, Yosef, Yehudah, Eleazar, Yehoazar, Yohanan, Yeshua, Shaul, Hananiah, Matiah, Yehonatan, Yaacob y Hezekiah) y 3 de mujeres (Shelomzion [Salomé], Mariah-Mariamme y Marta-Mara) eran usados por más del 75% de los nombres inscritos en los osarios de esa tumba se encuentran entre ellos.

Teniendo en cuenta que la población estable de Jerusalén era de unas 100.000 personas, se calcula que debería haber en torno a 3.850 varones de nombre Jesús, de los cuales unos 250 tendría como padre a un José, y se llamarían, por tanto, «Jesús, hijo de José». Por eso, para intentar identificar con un cierto rigor científico a Jesús de Nazaret con alguno de los muchos «Jesús, hijo de José» que había en la ciudad será necesario tomar en consideración otros motivos que no sean simplemente el llevar ese nombre.

Una de las razones que lleva a rechazar la identificación de los personajes de esa tumba con que su familia estaba asentada en Nazaret y tenía raíces en Belén. Lo lógico sería que, si poseían una sepultura familiar, estuviera en alguno de esos dos lugares, pero no en Jerusalén. A esto se añade que, en las tumbas de Jerusalén, cuando se trata de personas pertenecientes a estirpes originarias de la ciudad, se señala quién es su padre (por ejemplo, Yehudah hijo de Yohanan), pero si se trata de familias de fuera, en la inscripción se indica su procedencia (Simeón de Ptolemaida). Si el osario fuera del Jesús que conocemos por los Evangelios, la inscripción debería ser «Jesús, hijo de José, de Nazaret», o simplemente «Jesús de Nazaret».

The Lost Tomb of Jesus no aporta ninguna información relevante que no fuera conocida. Sólo es original en dos cuestiones. Una de ellas, la supuesta identificación, carente de todo fundamento científico, de la Mariamenou (he) Mara con María Magdalena. Después del éxito comercial del Código Da Vinci es un ingrediente de éxito asegurado. La otra, la prueba del ADN sobre unos restos orgánicos que, según dicen, han podido ser rescatados de los osarios de Yeshua bar Yeshosef y Mariamenou (he) Mara, y que pondría de manifiesto que no hay entre ellos una relación de pertenencia a la misma familia de sangre. Como las tumbas suelen ser familiares, si no son consanguíneos ¡ha de ser su esposa! Aunque el análisis fuera riguroso, la conclusión sería temeraria. Pero si se tiene en cuenta, como lo señalaban los arqueólogos que realizaron la excavación, que en los osarios había restos de más de una persona, la conclusión es totalmente infundada.

En los días que han seguido a la difusión del documental todos los arqueólogos han sido unánimes en rechazar las hipótesis que propone. No por razones religiosas, sino por la inconsistencia de sus razones y su notable falta de rigor científico. Tal vez sea un buen negocio. Pero no parece que vaya a plantear problemas a la fe de nadie que tenga algo de cultura y sentido común. En todo caso, han hecho reír a los expertos ante la vulgaridad de los tópicos y la ingenuidad del argumento empleado.

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Una de cada cinco estrellas parecidas al Sol podría tener planetas como la Tierra

La misión Kepler no ofrece detalles clave en la búsqueda de vida en otros planetas, tales como si tienen atmósfera, oxígeno o agua líquida para permitir vida.



Una de cada cinco estrellas parecidas al Sol podría tener un planeta del tamaño de la Tierra, y la más cercana se encontraría en sistemas que se podrían observar a simple vista, dijeron el lunes astrónomos estadounidenses

La investigación se basa en un nuevo análisis de los hallazgos del Observatorio Espacial Kepler de la NASA, y aparece en las Actas de la Academia Nacional de la Ciencia.

Diez planetas recientemente descubiertos tienen dimensiones similares a las de la Tierra y se hallan en la zona habitable de sus estrellas, lo que quiere decir que orbitan a una distancia que no es ni demasiado caliente ni demasiado fría pudiendo permitir la existencia de vida, dijeron a periodistas, científicos del Observatorio Kepler.

"Hay cerca de dos docenas de planetas en total que pueden estar a una distancia apta de sus soles para que sus océanos no hiervan ni se congelen", explicó Bill Borucki, el principal científico investigador de Kepler. "Siempre y cuando tengan océanos, claro está".

La misión Kepler no ofrece detalles clave en la búsqueda de vida en otros planetas, tales como si tienen atmósfera, oxígeno o agua líquida para permitir vida.

Sin embargo, astrónomos dicen que los últimos hallazgos de Kepler son un hito en la búsqueda de vida extraterrestre, y que esta avanzada tecnología podría en el futuro responder más preguntas.

"Tenemos muchas misiones que considerar en el futuro. Creo que algunas de esas, que están ya impulsando la tecnología, podrían ponerse en marcha por nuestros hijos o nietos", dijo Borucki.

La misión Kepler, lanzada en 2009, se ocupa de la búsqueda de planetas fuera del sistema solar que puedan orbitar a una distancia de sus estrellas calientes que permita la existencia de vida.

Los astrónomos han observado 833 nuevos planetas candidatos usando los tres primeros años de un total de cuatro años de registros de Kepler.

Tras analizar los primeros dos años de datos, el equipo halló un total de 351 planetas con tamaños similares a la Tierra. Ahora, la cifra ha aumentado a 647. De ellos, solo 104 están en la zona habitable, y de esos, unos 10 se cree que son potencialmente rocosos como la Tierra, dijeron los científicos.

Esta recreación artística enviada por la NASA el 18 de Abril de 2013 muestra a Kepler-69c, un planeta parecido a la Tierra y localizado en la zona habitable de una estrella parecida al Sol situada a más de 2.700 años luz en la constelación de Cygnus.

Podrían hallar vida extraterrestre en 15 o 20 años

Astrónomo del Observatorio Europeo Austral en Chile, calcula que en 15 o 20 años podrían hallarse señales de vida fuera de la Tierra.



Santiago, Chile.- Dentro de 15 o 20 años se podrían encontrar señales de vida en el "entorno cósmico cercano", aseguró a Notimex el astrónomo español Fernando Comerón, representante del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile.  

El científico indicó que si hay algún planeta con una biósfera similar a la Tierra, con un ciclo metabólico que modifique la atmósfera de una forma parecida a como la vida bacteriana ha modificado la de nuestro planeta, podría encontrarse una respuesta.  

"Si no estamos solos, si hay una vida muy primitiva, una vida bacteriana, en nuestro entorno galáctico, podemos estar a 15 o 20 años de tener una respuesta afirmativa a la pregunta de si hay otra forma de vida en el Universo", dijo Comerón.  

Explicó que "el ‘entorno local’ significan los 50 años luz más próximos a nuestroplaneta, pero la galaxia es muchísimo más grande. Esa sería la respuesta inicial a una de las preguntas más elementales para la humanidad: ¿estamos solos en eluniverso? y a la que los astrónomos buscan respuestas en la profundidad del cielo".  

"Tal vez estemos cerca debido a que el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT), que entrará en funciones en Chile en la próxima década, nos puede llevar a la detección de vida si hay algún planeta con una biósfera similar a la de la Tierra", aseveró.  

El European Extremely Large Telescope (E-ELT), conocido también como "el ojo más grande del mundo en el cielo", tiene como punto de localización el cerro Armazones, en el norte chileno, donde se registran 320 noches despejadas al año. Según indicó el representante del ESO en Chile, el E-ELT "hará frente a algunos de los mayores desafíos científicos de nuestra era y apuntará al logro de importantes descubrimientos, incluyendo "el estudio de planetas similares a la Tierra".  

De todas formas, apuntó Comerón, "sabemos demasiado poco sobre las condiciones universales en las que se puede desarrollar la vida para decir si estamos cerca de ese momento, de poder dar una respuesta definitiva".  

Por ahora, agregó, "una respuesta definitiva solo puede ser: ‘si sabemos que no estamos solos, sabemos que hay vida fuera de nuestro planeta, si no encontramos vida, no quiere decir que no la haya’. Quiere decir que tenemos que seguir buscando, usar otras aproximaciones, o simplemente que nuestros recursos están muy distantes de poder revelar su hay vida", acotó.  

Comerón apuntó que "en cuanto a si estamos solos en términos de vida inteligente, de vida que hace que el Universo sea consciente de sí mismo, que es nuestro papel en el Universo como seres humanos, ahí diría que es cuestión de mucha más suerte".  

"Si es que hay vida cerca de nosotros, que podamos detectarla, quizás sea más fácil dejar que ellos den el primer paso y nos contacten a nosotros, más que hacerlo a la inversa", concluyó.